Alejandro Flores

16.9.08

Rumbo al "gran concierto en el cielo"

Murió Richard Wrigth, de Pink Floyd






Los fanáticos del legendario grupo de rock Pink Floyd no podrán ver consumado su sueño de un nuevo reencuentro de esta banda, pues el pasado lunes falleció el tecladista Richard Wright, uno de los fundadores de este grupo y autor de algunas de las piezas más importantes de esta agrupación inglesa, una de ellas “The Great Gig in the Sky” (El gran concierto en el cielo).


Al tratarse del segundo miembro de Pink Floyd que muere, el primero fue el guitarrista Syd Barrett en 2006, ese reencuentro anhelado por miles de fans en todo el mundo, ahora sólo podrá “concretarse” en el cielo. Wright y Barret han abierto el camino.


El tecladista murió a los 65 años, "tras una corta lucha contra el cáncer", explicó una fuente cercana a la familia del músico.


Richard Wright (teclados), Roger Waters (cantante y bajista) y Nick Mason (batería) comenzaron a ensamblar piezas de rhytm & blues (R&B) cuando estudiaban arquitectura.


Richard Wright recordaba que “fue grandioso que Syd [Barret] se les uniera. Antes de él tocábamos R&B a la manera clásica, como lo hacían todos. Pero yo era más fanático del jazz”.


Con la incorporación de ese grande hoy fallecido que fue Syd Barret, la banda pasó del R&B a una ruta más libre de improvisación de los teclados y la guitarra que los conectaría con lo que se convino en llamar psicodelia.


La agrupación utilizó varios nombres entre los que se encuentran The Meggadeaths, Sigma 6, The Abdabs, Leonard's Lodgers y el T-Set, antes de dar con The Pink Floyd Sound, el cual está inspirado en dos músicos de blues admirados por Barret: Pink Anderson y Floyd Council. Más tarde, reducirían el nombre para llamarse Pink Floyd.


En 1967, Syd Barret dejaría la banda por sus problemas con drogas, y sería reemplazado por David Gilmour, con cuya incorporación la banda enriqueció su sonido.


Sería The Dark Side of the Moon (1973) el álbum que los haría pasar a la historia del rock. Este disco permaneció en la cartelera de los discos más vendidos en Estados Unidos por más de una década.


Wright participó en la creación de muchas de las canciones de este álbum, siendo su más memorable contribución “The Great Gig in the Sky” (El gran concierto en el cielo).


A partir de ese disco la fama alcanzada terminó por friccionar las relaciones al interior del grupo. La rivalidad entre Waters y Wright llegaría al límite durante la grabación del también legendario álbum, The Wall (1979).


Waters haría un enorme berrinche al condicionar su participación en la creación de este disco a que Wright fuera relegado del grupo.


Así, Wright dejó de pertenecer a la banda, aunque seguiría tocando con ellos en los conciertos de la gira The Wall pero ya como empleado a sueldo.

Wright volvió a Pink Floyd cuando Gilmour y Mason decidieron conformarla de nuevo en 1987 para grabar el disco A Momentary Lapse of Reason, en el que no contribuyó con ninguna composición. En ese momento Waters ya no formaba parte del grupo.

En el último disco de Pink Floyd, The Division Bell, la banda retomó los principios de colectividad que la caracterizaron en sus inicios. Wright llegó a comentar a propósito del mismo: “En este disco, nosotros tres realmente tocamos juntos. Es como en un principio”.


En 2005, David Gilmour, Nick Mason, Roger Waters y Richard Wright se reunieron, por primera vez desde 1981, para participar en el concierto Live 8 de Londres contra la pobreza en el mundo. Se esperaba que lo volvieran a hacer.


Pink Floyd revolucionó el estilo del rock, lo psicodélico alcanzó niveles poéticos de contención emotiva fuerte y tierna a un mismo tiempo.


La música ha demostrado que ni los egos o rivalidades pueden más que la trascendencia indescriptible de una obra maestra. Esa trascendencia que mantiene viva la ilusión de un último gran concierto. Esa trascendencia que nos confirma que los reencuentros son un mero pretexto para ahondar en lo maravilloso del instante, para recordar un tiempo que ya se fue.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

wow, very special, i like it.