Alejandro Flores

27.8.08

23, sensualidad enigmática



La innegable sensualidad del grupo Blonde Redhead encontró como marco perfecto el Teatro de la Ciudad de México el sábado 23 de agosto.

Ante un recinto repleto, interpretaron sus éxitos, sobre todo los pertenecientes a su último disco 23, el número mágico de esta noche.







Kazu, entre la timidez y el desenfreno, contorneó su delgado cuerpo en un escenario azul-magenta que se desteñía con los silencios.

Misery is a Butterfly y 23 son sus creaciones más redondas y complejas por lo que vale mucho la pena escucharlas. Sobre todo 23, disco que representa la actualidad, sutileza y crecimiento del grupo.

Si Misery is a Butterfly (2004) marcó un repunte en su carrera musical, 23 (2007) la ha mantenido a la vanguardia.

El título de este álbum es enigmático y contundente: 23, cifra comúnmente asociada a la transición de energías dúctiles para un sendero evolutivo. Además, como curiosidad, es el número del apartamento en que viven Kazu Makino y Amedeo Pace, integrantes de la banda. Sin embargo, los integrantes de la banda explican que el nombre es fortuito.

Pero bueno, aprovechando el enigma, hablaré de tres canciones que sirvieron de eje al concierto del pasado 23 de agosto: “Dr Strangeluv”, el inicio; “23”, el punto álgido, y “Silently”, el preludio del fin.





La velada inició con una impostación melódica de sutil ingenio e interpretación, "Dr. Strangeluv", una canción que habla con claridad sobre el amor que ha cambiado. Una canción que aborda ese sentimiento con dulzura y pesadez pero sin aferramiento.



Por su parte, la canción que puso a vibrar al público fue "23"; en ella, la batería de Simone parece el trote de un caballo que sostiene su ritmo y es capaz de encontrar la calma en un mar de pulsiones que redobla Kazu con un suave coro sin letra.


Casi al final, previo al último encore realizado por la banda, “Silently” introdujo al espectador en una sonda electrónica que producía imágenes contrastantes en su mente: el mar, la aventura y el peligro, con la dulzura de la voz de una mujer que no deja de sentir, vivir y hasta bailar como niña: libre y sin pretensiones, pero también como una sensual sirena.


Junto con los dos discos recomendados y el concierto del día 23, es importante mencionar que en dicho evento dos canciones del disco Misery is a Butterfly quedaron para la anécdota: justo antes de interpretar la canción “Equus”, que hace referencia a un hecho trágico en la vida de Kazu, la cantante conminó a los presentes a levantarse de sus asientos que hasta ese momento permanecían en sus butacas; por su parte, “Melody” adquirió relevancia al ser la última canción del concierto.


Blonde Redhead forma parte de la casa discográfica 4AD, casa que tiene en su lista a artistas como Cocteau Twins, Lush, Pale Saints y This Mortal Coil.


En la realización del disco 23, la banda trabajó en la ingeniería de audio y mezclas con los conocidos Chris Coady (Yeah Yeah Yeahs, TV On The Radio), Alan Moulder (My Bloody Valentine, Nine Inch Nails) y Rich Costey (Franz Ferdinand, Muse, Bloc Party). A ellos debemos el sonido excéntrico del disco.




Discografía



  • Blonde Redhead, 1995
  • La Mia Vita Violenta, 1995
  • Fake Can Be Just As Good, 1997
  • In a Expresión of the Inexpressible, 1998
  • Melody o Certain Damaged Lemons, 2000
  • Misery is a Butterfly, 2004
  • 23, 2007

0 comentarios: