¡Felicidades! ¿Felicidades? ¿de qué, o por qué?
Navidad viene de natividad = nacimiento. Nacimiento en este caso de nada más ni nada menos que del Hijo de Dios en la tradición cristiana-católica: Jesús de Nazareth. 24 de diciembre. La práctica primigenia sería arrullar y cantar villancicos al niño Jesús. Celebrar su nacimiento. La no teológica es básicamente lo mismo pero sin el niño Jesús. Hoy, 24 de diciembre, monopolio de la Felicidad y de la Paz.
No hagas preguntas.
No engendres los problemas.
Cómete la cena. Pide un deseo.
Dame un regalo. Demuestra que te importo.
Pero Santa clós, ¡Al diablo Santa clós!
Hipocresías que se aglutinan para rechazar la reflexión. Creer que pensamos. Tener la idea de que sentimos. Creer que queremos. Creer que extrañamos. Hacerle caso a la tele. Sentir como que…
Duelo de egos encontrados, confundidos. Más de uno por persona. Yo y mi circunstancia. Yo y mi condición. Yo y mi contradicción. Yo y mis intereses. Yo y mis egos en escala. Yo y mis frustraciones. En fin. Hoy la gente sonríe. Hoy damos limosna. Hoy pensamos en alguien más porque es moral, social y políticamente correcto. Hoy no se cobra. Tal vez se paga. Hay desempachos. Muestras de agradecimientos: regalos. Muestras de interés: regalos. Asumir compromisos: regalos. ¿Qué es un regalo? Suele ser un producto transformado, correcto, visualmente agradable y con valor material agregado.
A Horacio se le ocurrió que un buen regalo sería una máquina para pensar. Yo pienso en unos lentes que solo puedan observar el instante para que no nos pase desapercibido. Si existiera ese sería mi regalo. Nada más.
Dice Sábato: «No hay otra manera de alcanzar la eternidad que ahondando en el instante». Que no es lo mismo que decir: busca compulsivamente instantes de intensidad como imbécil por el mundo pensando que no hay reacciones a los actos.
No te mando un abrazo. Ni una sonrisa. Hoy te van a sobrar. Te la mando cuando me nazca, tal vez sea mañana. No te mando una oración porque ya no rezo. No te mando una canción porque temo arruinar tus oídos. No te mando un cuento porque temo aburrirte. No te mando algo interesante porque no soy bueno para eso. Te mando este momento y un deseo:
Ojalá esta navidad no seas más feliz
Ojalá este día sea como cualquier otro.
Ojalá este día no tenga apellido
Ojalá no te conformes con lo absurdo
Ojalá te preguntes qué diablos estás haciendo justo aquí, justo este día, justo en este instante
Ojalá
Ojalá sirva
Tal vez esté equivocado
En ese caso es lo mejor que puedo darte:
Una pregunta.
AF