Alejandro Flores

16.8.07

La espera

Quiero encontrar a mi mamá. ¿Por qué me miran así? Parece que están molestos conmigo. ¿Hice algo malo? La sala estaba repleta de invitados, conocía las caras pero no las personas, no sus nombres. Mami lloraba mucho en la sala. Me vio y se puso a llorar. Mi abuelita no entendía, creo que nadie le había dicho nada. Mamá decía “¿Por qué diosito, por qué?” Sentí que debía llorar, porque cuando pasaba algo así yo me ponía a llorar, creo que eso es lo que hago. Vi un ataúd en el centro de la sala. Silvia se acerco a mí. Ella es muy valiente, pero también estaba triste. Como que me quería decir algo pero le costaba trabajo. Mi mami lloraba y lloraba. Yo sabía qué estaba pasando. No era necesario que Silvia me explicara. Los adultos creen que los niños somos tontos. No tengo miedo. A mi tío Beto ya le pasó, a Salvador también, a mi abuelita Sarita, a mi compañera Karina. Mi papá parecía confundido. Sentí que era bueno acercarme a explicarle lo qué pasaba. Pero vi que Beto lo abrazaba. No sé cuánto falta y eso me da flojera. El asunto es sencillo. ¡Sí! ¡Me voy a morir! ¡Sólo tenemos que esperar a que me muera!

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